Masajes, yoga y viajes para retener empleados de tecnología
Para vencer una contractura feroz en la espalda hay dos caminos posibles. Anotarse en clases de pilates o en una carrera de programador informático. En su desesperación por retener empleados en uno de los sectores más calientes de la economía, las empresas de tecnología están ofreciendo masajes y clases de yoga en la oficina. Eso, además de viajes y aumentos de sueldos que, en los rubros más demandados, llegan al 35%.
En los últimos meses, el desembarco de multinacionales que decidieron instalar en la Argentina sus propios centros de desarrollo, como Motorola, Intel, Avaya, EDS y Google, secó aún más una plaza en la que hay virtualmente pleno empleo, cuenta Leonardo Savelli, de UniversoBit, una consultora especializada en recursos humanos de informática.
A Jaime Tesone le llevó meses dar con 45 ingenieros para el recientemente inaugurado centro de desarrollo de software de Avaya, que exporta soluciones tecnológicas a medida desde Buenos Aires al resto del mundo. "Hay que idear políticas de motivación del personal en forma permanente", dice Tesone.
En 2006, Google, el gigante de los buscadores en Internet, quedó al tope del ranking de Great Place to Work de EE.UU (un estudio anual que identifica las mejores empresas para trabajar), entre otras cosas, por darle masajes gratis a sus empleados en la oficina. Savelli cuenta que esta oferta, junto con clases de yoga y espacios abiertos para juegos como metegol y ping pong, ya se está viendo en compañías de software locales. Se agregan a subas salariales por encima del promedio de la economía, que en los sectores más tensos del mercado llegaron al 35% en 2006, y al regreso del bono de fin de año por productividad, "una modalidad que se había eliminado durante la crisis y que no se había vuelto a estandarizar desde le época del Y2K, del (falso) virus del milenio, en 1999".
La alta demanda genera sueldos iniciales, para gente sin experiencia, del orden de los 2.000 pesos mensuales, pero en el sector de software se habla de programadores¿estrella de no más de 23 años que se llevan hasta 7.000 pesos por mes a sus bolsillos. "Todavía hay un mercado dual, con salarios más altos en aquellas empresas que exportan", cuenta Angel Pérez Puletti, presidente de Baufest, una firma de software mediana que opera desde el barrio porteño de Núñez, "esta situación va a tardar uno o dos años en emparejarse".
Los altos sueldos provocan un efecto negativo: tientan a muchos alumnos a dejar sus estudios para incorporarse antes al mercado laboral. "Nosotros los incentivamos a que se reciban", dice Pérez Puletti, "a cambio del título universitario damos dos semanas adicionales de vacaciones y promovemos que hagan el viaje de mochileros de un mes a Europa".
En la Argentina hay 52.000 empleados relacionados con el segmento tecnológico, de acuerdo a cálculos de Paula Nahirñak, investigadora del IERAL. El sector factura 5.000 millones de pesos al año.
Sebastián Campanario
scampanario@clarin.com
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